El .Mp3Tour aterriza en Madrid coincidiendo con el día del esperado desfile del Orgullo 2024 este 6 de julio. Pese a que el interés del público de Emilia por la celebración y lucha del colectivo LGTBIQ+ es innegable, la argentina ha conseguido llenar el Wizink Center y, sobre todo, ha demostrado que su concierto formará parte de la historia popular del recinto, sobreponiéndose a los muchos problemas técnicos.
Emilia Mernes sabe el impacto que tiene en España, sobre todo desde el lanzamiento de su álbum .Mp3. Y es que quizás esa fuerza y autoestima la ha llevado con los años a pulir su faceta como artista y a conseguir grandes hitos incluso al otro lado del charco. Eso sí, sin perder nunca la humildad y recordando siempre sus orígenes.
Y es que como ella misma comentó en el concierto, en tan solo un año ha pasado de llenar en Madrid un recinto con 3.000 espectadores (Las Ventas Live) a uno con más de 15.000 personas.
Por eso ha dedicado una gran parte de su gira a recorrerse distintas ciudades de nuestro país: A Coruña, Murcia, Granada, Marbella antes de Madrid, y sumará próximamente Barcelona y Valencia. Pero claro, la capital española para la argentina suponía todo un reto, y más recordando que se subió al Santiago Bernabéu hace un mes para acompañar a su novio, el rapero Duki.
Pese a los problemas técnicos que han retrasado el comienzo del show en Madrid hasta media hora, la gente esperó con aparente paciencia para ver a la argentina. Y la espera valió la pena.
Ya desde la introducción del concierto se ha podido intuir que lo que estaba por llegar estaba a la altura de cualquier artista pop reputada: un vídeo simulando un videojuego con la cantante como protagonista ha asentado la estética 'dosmilera' ante los 17.000 espectadores.
Aunque la argentina remodeló un poco su set list para España, no podía ser de otra manera y ha arrancado con una performance enigmática con Exclusive: una estrella gigante se ha plantado en el escenario y Emilia ha aparecido tras ella al puro estilo de El nacimiento de Venus.
Vestida como una auténtica Bratz y con los brillitos en los ojos que han marcado tendencia durante los últimos años, desde el primer minuto la artista lo ha dado todo. La argentina ha mezclado así complicadas coreografías con el canto, que a veces ha sido continuado por los espectadores, al puro estilo de divas de principios de siglo como Britney Spears.
Baile, cante y mucho carisma
La sensualidad y la energía de Emilia han inundado el Wizink. Aunque dejaba que fuera el público quien cantara algunos de los versos de cada canción por la imposibilidad de compaginar los movimientos con la voz en algunos momentos, la artista se ha dejado la piel delante de unos visuales personalizados para cada tema, pero sin perder la estética de los 2000 en ningún momento.
Y es que los espectadores saben a lo que van, a ver un espectacular show donde se diría que casi lo de menos es el cantar. Pese a todo ello, Emilia ha hecho hueco también para notas casi inalcanzables sin apenas complicación.
La coreografía más aplaudida del show ha sido la de Jagger, un dance break completado con coloridos visuals y mucho humo, a la que ha seguido en la lista Intoxicao, que ha dado algo más de pausa a la artista.
La visita de Nathy Peluso
Jet Set ha provocado un gran clamor desde la primera nota, siendo esta su colaboración con Nathy Peluso. Y esos gritos han acabado inundando el estadio con la aparición sorpresa de la cantante de Mafiosa, que ha acompañado a Emilia en el escenario con la garra que la caracteriza.
La potencia ha dado paso a varias canciones seguidas que son consideradas algunas de las favoritas de los fans: primero Ojitos verdes, una 'semi balada' ha sido entonada por la artista delante de unos grandes ojos que simulaban ser los suyos. La exitosa Iconic ha levantado al estadio, y sin perder la sonrisa a Emilia solo le ha faltado dar volteretas.
Un segundo escenario
Pero la sorpresa en Madrid ha llegado cuando Emilia ha desaparecido del escenario para colocarse en uno más pequeño al final de la pista del Wizink. Aquí los problemas técnicos han sido evidentes, pero la artista los ha solventado con un baile que ha continuado la fiesta. Con todo solucionado, la cantante ha interpretado Latin girl con pie de micro, La chain con fuertes movimientos de cadera y Cielo en la mente tocando la guitarra, dejando a un lado el pop más movido para mezclar géneros y ritmos con golpes de ventilador y bonitas animaciones en la pantalla.
Y de nuevo, un punto álgido ya de vuelta al escenario principal: Como si no importara, su canción con Duki, ha desatado de nuevo los gritos de los espectadores, los cuales han incrementado con la aparición estelar del rapero y el bonito beso entre ambos. Los dos han regalado una escena muy romántica que demuestra el apoyo y el amor del uno por el otro.
Emilia, emocionada con Guerrero
De nuevo sola, lo romántico ha seguido con Uno de los dos con un outfit con capucha y deslumbrante, la emotiva 1000 km, la cual ha dedicado a sus fans de España y se ha bajado junto a ellos a cantarla, y Guerrero, la canción que le dedica a su padre, quien "sigue batallando" contra el cáncer.
La cantante no ha podido evitar emocionarse desde antes de comenzar a cantarla, y durante la actuación le han brotado lágrimas de los ojos, lo que ha enternecido mucho al público. "Es difícil estar tan lejos de casa", ha expresado, recibiendo con mucha gratitud el apoyo de los espectadores.
La argentina no ha tardado en recuperarse gracias al apoyo de los presentes y ha retomado así el baile que la caracteriza. Los ritmos más latinos han llegado de la mano de Perdonarte ¿para qué?, el tema de Emilia con Los Ángeles Azules. El público ha marcado así los mejores momentos del show, y ha vuelto a ovacionar con mucha fuerza con Una foto remix.
'Los del espacio' con invitados
Emilia ha introducido Los del espacio como esa "canción que le gusta mucho en España", y acto seguido se le ha unido Duki de nuevo. La sorpresa ha llegado cuando ha aparecido y también se les ha unido otra de las colaboraciones del tema, Lit Killah.
La recta final ha sido marcada con los últimos cuatro temas, que no han dejado ni espacio para un segundo de silencio en el Wizink Center: Emilia ha puesto toda la carne en el asador en La Playlist, y ha pasado a darlo todo con La original, su canción más famosa en colaboración con Tini. Siendo consciente del día que era, Emilia ha acabado su actuación más esperada alzando la bandera LGTBIQ+.
Después de hacer como que acababa el show, ha sacado toda su sensualidad con GTA y ha cerrado por todo lo alto con No se ve, su tema más exitoso y escuchado en España al que le ha añadido coreografías dignas de recordar. En las últimas notas, Emilia volvía a desaparecer tras la estrella que le abrió paso.
Es innegable que la belleza de la cantante atrapa, pero está muy lejos de ser lo único con lo que cuenta la artista: Emilia ha dejado claro sobre el escenario que es trabajadora como la que más, y que ha luchado mucho por llegar hasta donde está, porque el talento no siempre abre puertas fácilmente.
De hecho, la historia de Emilia puede llegar a recordar en cierta manera a la de Ana Mena en España (recordemos que ambas tienen una canción juntas, El chisme, de la que no les gusta hablar demasiado). La de Entre Ríos es una cantante, con todas las letras, que lleva años luchando para posicionarse en lo más alto de la industria en su país, pero que ha tenido que vivir la oleada de nuevos talentos argentinos incluso más jóvenes que ella que le ha hecho tardar un poquito más en destacar como se merece en el mundo hispanohablante.
Pero como la edad es experiencia y superar los obstáculos da fortaleza, Emilia ha conseguido posicionarse como una de las cantantes pop más importantes de Argentina con su segundo álbum a sus 27 años. Y es que la autora de No se ve lanzó .Mp3 con una estética y un concepto tan cuidado que solo le ha traído éxitos, y en su gira homónima lo demuestra. Así lo ha dejado claro en el Wizink center, donde se ha posicionado en España como la estrella pop argentina que necesitábamos.
